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Auschwitz, un deber con la historia

Existen dos opciones a la hora de visitar los campos de concentración (Auschwitz 1 y Auschiwitz – Birkenau). Puedes ir por tu cuenta o en viaje organizado. Con los precios tan baratos de Polonia compensa más la segunda opción.

Hay numerosas compañías que ofrecen la visita (te llevan a nivel individual en coche, te recogen en el hotel…)  pero la más económica es la que venden las oficinas de información turística. El precio es de 100 zlotis (25 €) e incluye el viaje en minibus y la visita guiada a los d0s campos en el idiomas que elijas: inglés, español, francés, italiano… En total son siete horas, tres de viaje y cuatro de recorrido. A la ida te ponen un documental sobre Auschwitz. Para ir de un campo a otro se coge un autobús durante los 3 kilómetros.

También se puede llegar en tren o autobús y hacer la visita guiada una vez allí. Sale algo más barato y tienes más libertad de horarios. La visita en español empieza a las 12:20 (es la misma guía y el mismo horario tanto si has llegado con viaje organizado o por libre). La entrada estandar con el guía son 10 euros aprox. Más información de horarios y precios en la página de Auschwitz.

Auschwitz o  Oświęcim

En polaco es Oświęcim. Auschwitz es el nombre que le dieron los alemanes. En el campo de concentración el único idioma permitido era el alemán. Si las SS descubrían a alguien hablando en otra lengua recibían severos castigos físicos que en muchos casos suponían la muerte. De hecho, un error grave en la película “La lista de Schindler” es que los guardianes del campo aparecen hablando polaco (algo que no les hace gracia a la gente del país).

TSL TIP: No vayáis buscando Auschwitz. Para ir por nuestra cuenta es necesario saber que el transporte público y las señales en carretera indican Oświęcim y no Auschwitz.

El campo

A unos 40 kilómetros de Cracovia se encuentra este campo de trabajo y exterminio. Creado por los nazis en Polonia funcionó desde 1940 hasta que lo rescataron militares soviéticos en enero de 1945. No se sabe la cantidad de gente que murió allí ya que los nazis alemanes destruyeron  numerosos documentos para borrar huellas. Se cree que superan el millón e incluso pueden alcanzar los 2 y medio. Tan sólo dos años después del fin de la guerra, en 1947, los campos de concentración se convirtieron en museo a pesar de que había numerosas críticas ya que había gente que consideraba que debería tener tratamiento de cementerio.

En su día hubo tres campos, hoy en día se visitan Auschwitz I y Auschwitz II-Birkenau (separados por 3 kilómetros se llega con un autobús gratuito. En invierno sólo opera tres veces al día, coincidiendo con las visitas guiadas).

Auschwitz I

Este campo fue el primero y se ubicó en un cuartel militar polaco. En la entrada encontramos el famoso letrero ” el trabajo os hará libres”. No es el original. En 2009 lo robaron y aunque se encontró días más tarde dividido en tres trozos el que se puede ver hoy en día es una réplica.

 

Lo primero que destaca es la doble alambrada electrificada que rodea todo el terreno. Evitaba las huídas y que la población de alrededor pudiera tener contacto alguno con los presos y pasarles comida o algunos víveres. Para algunos prisioneros tuvo otra función. Cuando no aguantaban más las condiciones impuestas se lanzaba a ella para acabar con su vida.

 

Este campo era el centro administrativo. Está compuesto por 28 bloques dónde se ubicaban los dormitorios, el hospital (centro de “investigación” médica) o la cárcel. Hoy en día dentro de estos bloques hay diferentes exposiciones. Algunos son recreaciones, otros tienen exposiciones fotográficas, vitrinas con las pertenencias de los prisioneros…

Los que más llaman la atención son:

  • Número 11. Cárcel. Conocida como la cárcel dentro de la cárcel. En este módulo se experimento por primera vez con el gas Zyclón B como método de exterminación masiva. Además aquí se aplicaban los castigos más terribles: muerte por inanición, estar encerrados varíos días con otras 4 personas en un espacio en el que tenías que permanecer de pié, asfisiados por la falta de ventilación dentro de la celda…
    Estos castigos se aplicaban por cualquier motivo: hablar otro idioma que no fuese alemán, ayudar a algún compañero o incluso si algún preso conseguía huir, diez de sus compañeros más cercanos eran sometidos a estas torturas o ahorcados en público. Con esto pretendían que ellos mismos se denunciasen si sospechaban de la huída de alguien.
    En el patio de la cárcel existía un muro de fusilamiento. Cuando se iba a llevar a cabo el castigo las ventanas eran cerradas para que el resto de presos no pudiesen ver que ocurría.

 

  • El hospital. Aquí tenían lugar los más terribles experimentos científicos. Investigaban con gemelos, esterilización o para mejorar la “raza aria” cambiando el color de ojos. Numerosos niños perdieron la visión.
    La industria farmaceutica alemana también se sirvió de estos prisioneros. Compraban personas a las SS  y probaban en ellos sus medicamentos.
  • Dormitorios. Los únicos que dormían en habitación propia eran los kapos. Un kapo era el encargado de organizar el bloque, repartir la comida… Los demás dormían todos juntos, al principio sobre paja y más tarde en literas en las que se acoplaban hasta 8 personas por nivel.
    La comida diaria consitía en medio litro de infusión por la mañana, caldo a mediodía y pan por la noche. Un dieta insuficiente para los trabajos forzados a los eran sometidos.
  • Pertenencias de los judíos: Uno de los barracones alberga una exposición de las pertenencias de los judios. Pelos, zapatos, maletas, ropas, prótesis… están expuestas en vitrinas. Los judíos llegaban engañados pensando que venían a trabajar y se traían sus mejores pertenencias en una maleta de hasta 25 kg. Una vez en el campo se las quitaban, clasificaban los objetos del interior y se llevaba a Alemania. Se quedaban hasta lo que llevaban puesto. Cuando eran conducidos a las cámaras de gas les hacían quitarse la ropa y dejarla toda clasificada para “poder recuperarla mejor a la salida”. Una vez muertos entraban los trabajadores del sonderkommando que estaban encargados de quitarles los dientes de oro, las joyas, el pelo a las mujeres….
    El sonderkommando lo formaban unos 800 presos jóvenes y fuertes. Trabajaban recogiendo los cadáveres de las cámaras de gas y llevándolos al crematorio. La intención era que sólo ellos supiesen lo que ocurría en Auschwitz y por eso cada cierto tiempo los mataban y traían a otros. No podían comunicarse con el resto de prisioneros aunque lo conseguían.
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El primer crematorio que hubo estaba en Auschwitz 1. Para las SS no era suficientemente eficaz y crearon 4 más en Birkenau con mucha más capacidad.

Auschwitz II – Birkeau

Birkenau fue el campo más mortífero. Hasta aquí llegaban los trenes llenos de prisioneros. El viaje lo hacían desde cualquier lugar de Europa en vagones sellados, sin comida ni bebida y podía durar más de 10 días. Al abrir las puertas muchos de los pasajeros ya estaban muertos. Los que aun vivían eran colocados en dos filas, hombres o mujeres.  Los médicos de las SS seleccionaban a los que eran aptos para trabajar y al resto los llevaban a cámaras de gas. Niños, mujeres embarazadas o con hijos pequeños y ancianos eran llevados directamente a las “duchas” para “desinfectarlos”.

 

 

A los que se salvaban de la primera criba no les esperaba un futuro mucho mejor. Trabajos forzados y unas condiciones de vida penosas hasta que estaban tan débiles que no servían. Su destino después de un tiempo era el mismo.

En Birkenau había barracones de madera y de ladrillo. En el interior de estos bloques el frío muchas veces era peor que fuera. Dormían en literas de tres niveles abarrotados. En cada una de las camas estaban hasta 8 personas y cuentan que el mejor sitio era arriba. Las razones eran varias: los de arriba respiraban mejor, las ratas atacaban a los de abajo y además como la dierrea era frecuente, los de abajo tenian que soportar las heces de los compañeros.

 

Los presos disponían de dos minutos al día para poder hacer sus necesidades, uno por la mañana antes de trabajar y otro por la noche al volver del trabajo. Entraban todos en el barracón destinado a sanitario y a toque de silbato tenían que abandonarlo para que pasasen los siguientes. Si algún SS los descubría en otro momento del día recibían un castigo.

Se ha dicho a veces que los judíos y demás presos eran tratados como animales, pero ellos lo desmiente. “Los alemanes tenían animales y ellos podían hacer sus necesidades en el momento que ellos quisieran”

La falta de higiene fomentaba enfermedades como el tifus y beber de los charcos diarréas. Muy de vez en cuando se hacía una limpieza pero esto implicaba otro calvario. Les hacían quitarse la ropa y dejarla dentro del barracón para desinfectarla. Tenían que esperar su turno desnudos, tan sólo con los zuecos de madera, en la puerta de la duchas hasta 17 horas. En verano hacían cola al sol y en invierno se alcanzaban temperaturas de hasta -30º.

Peder los zuecos de madera era muy fácil. Una llamada de las SS y no acudir rápido significaba la muerte, y en la nieve correr con ellos era complicado. Pero sin los zapatos era difícil complicado sobrevivir.

Cada día a la vuelta del trabajo, un tropezón podía suponer el fin. Si el oficial al cargo consideraba que esa persona estaba débil para trabajar era enviado a la cámara de gas.

En Auschwitz II existían 4 cámaras de gas. En cada una de ellas se podían matar hasta 1.000 presos a la vez. Los metían engañados en unas salas , se desnudaban, colocaban sus ropas “para poder encontrarlas mejor después” (en realidad facilitaban la clasificación posterior de sus pertenecias que eran enviadas a Alemania) y eran conducidos a las “duchas”. Una vez allí los alemanas sellaban todo y arrojaban el zyklón B por el techo. Tardaban en morir unos 20 minutos. Después los presos del comando especial “sondercommand” eran los encargados de entrar en la sala con máscaras, rebuscar joyas, dientes de oro, rapar el pelo a las mujeres, transportar los cuerpos a los crematorios y quemarlos.
Este método se elegía porque su eficacia (se podían asesinar hasta 10.000 personas por día) y porque de esta manera los soldados alemanes no veían el sufrimiento de las víctimas  evitando así muchas depresiones entre ellos.

Hoy en día tan solo quedan ruinas ya que los alemanes quisieron eliminar las pruebas. Una de ellas tiene otra historia. Fue destruída por los sondercommando en la única rebelión dentro del campo en 1944. Se hicieron con explosivos a través de otra presa que trabajaba en una fábrica exterior y destruyeron la cámara de gas. Sabían que tras la rebelión iba a morir y quisieron al menos acabar con una de las cámaras de exterminio masivo.

En Birkenau se encuentra el monumento a las víctimas del Holocausto. Frente a este lugar se celebran las ceremonias de conmemoración.

Si vais a viajar hasta Auschwitz hay muchas páginas que contienen información sobre el sitio: la enciclopedia del Holocausto, la web del memorial- museo o la archiconocida Wikipedia.

Algunas películas sobre Auschwitz son “la lista de Schindler”, “el Pianista” o “Último tren a Auschwitz”. A pesar de tener una base real tenemos que recordar que son ficción y no todo lo que aparece es completamente fiel a los hechos.

Por aquí pasaron presos políticos, gitanos, homosexuales y sobretodo judíos. Cada grupo tenía su propio símbolo distintivo y a partir de 1941 eran tatuados para llevar un control de ellos ya que el antiguo sistema, fotografiarlos, era inviable debido a la afluencia masiva de presos. Lo más tétrico del lugar, a parte de imaginarse la historia, es pensar que hay lugares del mundo donde a día de hoy se repiten las masacres y las torturas.

6 comments

  1. Hola,
    Me ha encantado este post. No por lo morboso del asunto, sino porque en realidad sí que creo que es necesario al menos una vez en la vida hacer una visita de este tipo, con el fin de que estos crímenes no sean olvidados.
    Sin embargo, tengo que puntualizar dos cosas. En primer lugar, cuando estuve en Berlín en el campo de Sachsenhausen, nos explicaron que los judíos que tenían dientes de oro, no eran exterminados en la cámara de gas, ya que el Zyclon B daña el oro, por tanto eran conducidos, dentro de la propia estación Z a una sala de reconocimiento, donde eran sacrificados con un tiro en la nuca. No sé si en Polonia se realizaría igual, pero si eran gaseados, entonces no podían reciclar el oro.

    Por otro lado, no visitaría nunca este campo de concentración. Por las fotos que mostráis y lo que decís que guardan, me parece mucho más “higiénico” mentalmente y surte el mismo efecto visitar el de Berlín, sin pelos, zapatos y otro tipo de cosas que pueden herir bastante la sensibilidad del visitante.

    • Muchas gracias por la puntualización de lo del oro. Supongo que las exposiciones de Auschwitz están hechas para mostrar todo el dramatismo y el dolor que producen a veces es excesivo. Cuando estuve en un campo de trabajo en Holanda donde no mostraban estas cosas no me impresionó tanto y supongo que el objetivo esque la gente vuelva a casa pensando. Saludos y gracias de nuevo!

  2. – Hola, en cuanto al asunto del morbo, durante toda la guia, te advierten acerca de la dureza de lo que vas a ver, ademas de que en ningún momento sentí que se exageraba acerca de lo que ocurrió allí.
    – En otro orden de cosas creo que si vas a ir a un campo de concentración debes de saber que no vas a visitar un monumento cualquiera, sino un lugar en el que murieron millones de personas, y tienen el deber de mostrarte lo que realmente ocurrio allí.
    – Acerca de que el Zyclon B dañaba el oro de los dientes(el cual era fundido, con lo que cualquier desperfecto desaparecería en el proceso), creo que fue una licencia artistica de la guia de Berlin o en ese campo se hacía de manera diferente, lo cual desconozco, ya que en el juicio de Nuremberg quedó claro el proceso de separación del oro de los cuerpos de los muertos en las cámaras de gas, proceso el cual se realizaba despues de la muerte en las cámaras.

    Un saludo.-(Grandísimo Blog el que tienes 🙂

  3. Hola de nuevo
    Javier, sólo una última puntualización. Para nada era una licencia artística de la guía de Berlín. Más que nada porque nos enseñaron la estación Z, y se veía perfectamente como estaba dividido en dos zonas, una para los que iban a gasear, y otra para los que pasarían un “reconocimiento médico”, y una de las prácticas de ese reconocimiento médico (de hecho la primera y última) era medirles en un metro especial, que tenía dos reglas. Al otro lado del metro, había un soldado, que tenía que disparar cuando el hueco (que era el existente entre las dos reglas) no dejase pasar luz. De esta manera morían con un tiro en la nuca.

    De manera muy resumida y muy mal explicada, pero bueno, no creo que fuese una licencia artística tal y como dices. Lo que dijeran en los juicios de Nuremberg, eso ya no lo sé, pero el hecho es que en el campo de Berlín se llevaba a cabo. Pese a todo, el campo de Berlín era un campo específico, porque era el modelo “ideal” de campo de concentración ideado por Goebbles…distribución de triángulo, etc etc etc…así que es posible que las prácticas que allí llevasen también fueran “ideales” y no repetidas en otros campos.

    Un saludo 🙂

  4. Que nivel y cuanta información en los comentarios, veo que estáis bien documentados.

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