Casi todas las familias finlandesas tiene una en propiedad y, aunque cada vez son más modernas, lo que realmente aprecian cuando salen al campo es la vida rústica: lavarse en el lago, recoger leña para cocinar y vivir en pleno contacto con la naturaleza.
Una forma de ver la vida que tiene sus inconvenientes: mosquitos a miles y, si das un paseo por el campo, bastantes posibilidades de llegar a casa con alguna garrapata adosada. Sin embargo, el paisaje salpicado con casitas de madera es tan idílico que merece la pena. Son las cabañas en lagos y bosques en Finlandia. Por cierto, fijaos en los buzones en los caminos porque hay algunos muy curiosos.
Siendo turistas también se puede disfrutar de las cabañas de madera, aunque suelen tener más comodidades (¡algunas hasta sauna!). Hay para todos los gustos y están repartidas por todo el país, muchas de ellas al lado de uno de los casi 200.000 lagos que tiene la península (nada más y nada menos). En esta web se pueden encontrar algunas para alquilar por semanas. Aunque otra opción es buscar en las páginas de turismo de las regiones a las que vayas.
Más información sobre alojamiento en Finlandia en otro post.
Cabañas a la orilla del lago y el embarcadero. Idílico
