Viajar a Rovaniemi es muy interesante por dos motivos: atravesar el Círculo Polar Ártico y visitar la Casa de Papá Noel.
Es la capital de Laponia, aunque lejos de la imagen que se puede tener de esta región, es una ciudad con edificios modernos. La 2ª Guerra Mundial se cebó con ella y tuvo que levantarse de nuevo.
El arquitecto Alvaar Alto, todo un símbolo en Finlandia, fue el responsable de gran parte de la reconstrucción.
Se encuentra dividida por río Ounasjoqui y unida por un puente. En verano, en uno de los extremos del río, se puede coger un barco para dar una vuelta aunque Rovaniemi está más orientada al turismo de deportes de invierno.
Dentro de la ciudad, podemos visitar el Artikum (un museo sobre la cultura lapona muy muy interesante) y la plaza Lordi, dónde están las huellas de las manos de los componentes del grupo ganador de Eurovisión en 2006. Sí, esos que vestían raro.

Puente Rovaniemi
Fuera de Rovaniemi, a unos 8 kilómetros, encontramos Napapiiri o el Círculo Polar Ártico, para mí lo más atractivo de la ciudad porque podemos pisar y cruzar el paralelo (pintado en el suelo) y visitar la Casa de Papa Noel (esto segundo tampoco me emociona tanto).
El complejo turístico está compuesto por varias tiendas de regalos, la fábrica de juguetes, restaurantes, una oficina postal donde puedes hacer que Santa Claus felicite las navidades a alguien a un precio bastante turístico. (Hablando de precios. Hacerse la foto con el susodicho son unos 20€).
A precios más normales (y oye, que también hace ilusión) se puede enviar una postal con el sello de la oficina de correos de Santa Claus, diplomarte en haber cruzado el Círculo Polar Ártico, o poner un sello en tu pasaporte (0,50€). Estas dos últimas cosas en la oficina de turismo.

Círculo Polar Ártico, ¡vamos a cruzarlo!
Más información, en la página web de la oficina de turismo de Rovaniemi.
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