La exposición “Agua, ríos y pueblos” muestra el lado humano de los conflictos del agua a través de 148 fotografías.
Uzbekistán. Un señor mayor está sentado en un barco varado en un desierto de sal. Era – es- su barco, pero el Mar de Aral está prácticamente seco. No es la situación más dramática, pero la imagen tiene fuerza.
Laos. Cuatro niños miran a cámara, uno de ellos sujeta una rata. El pie de foto nos cuenta que antes de construir todas las presas en el curso del río Mekong, la pesca era el alimento básico de la población de la zona. La rata cobra sentido.
Nueva Orleans. Agua y fuego, una combinación de lo imposible en una única imagen. El huracán Katrina no fue el único responsable de la tragedia, la mano del hombre también ayudó a crear el apocalipsis en la ciudad del jazz.
Jalisco, México. Elisabeth mira a la cámara. Tiene 16 años y desde los 12 padece insuficiencia renal crónica. Las aguas contaminadas del río Santiago provoca enfermedades a los habitantes de la zona.
Son la parte humana, las mujeres y hombres que hay detrás de las cifras: 1.000 millones de personas en el mundo carecen de agua potable. 10.000 mueren a diario por el consumo de agua contaminada. Entre 40 y 80 millones han tenido que abandonar sus hogares por la construcción de presas en el siglo XX.
La mala gestión de los recursos hidráulicos provoca estas situaciones y la exposición, a través de 148 fotografías, pone cara a los conflictos y las luchas por el agua en el mundo. Las imágenes están tomadas en 18 lugares diferentes aunque todas tienen una denominador común: los conflictos y el agua.
La muestra se divide en 6 ejes temáticos, aunque muchas veces están superpuestos. Nos hablan de agua y derechos humanos. De catástrofes provocadas por la mala construcción de grandes presas y de los desplazamientos que provocan. De desertificación, destrucción de ecosistemas y del hambre que esto provoca en lugares donde la pesca es imprescindible para la supervivencia. De la privatización del agua y de las enfermedades que provoca su contaminación. Y de alternativas.
Hasta el 28 de junio en la terraza de la Casa Encendida.
Director de la exposición: Pedro Arrojo | Comisaria: Tove Heikel | Documental: Sonia Llera
Me gusta mucho La Casa Encendida. Cada vez que voy a Madrid si tengo tiempo voy a ver la exposición que tengan. Como suelo ir en tren y está muy cerca de la estación de Atocha, pues allá que voy!
Siempre es una buena opción visitar la Casa Encendida, y además gratis