Con aire decadente y a su vez cosmopolita, cada vez que me enfrento a sus calles empedradas y llenas de cuestas me pregunto ¿qué tiene Lisboa? Como todavía no he encontrado la respuesta, cada poco tiempo vuelvo y me dedico a buscar y a descubrir lugares nuevos que me hagan disfrutar del palpitar lento y melancólico de la capital lusa. Sin prisas. Sin pretensiones.
La ciudad de las 7 colinas quedó arrasada en 1755 por un terremoto y el incendio posterior que provocó el seísmo. El Marqués de Pombal fue el encargado de reconstruir la ciudad, de levantarla de nuevo y la Lisboa de hoy en día es, en gran parte, el proyecto de este hombre.
Para hacer más cómoda la visita la podemos estructurar por barrios. Casi todo el centro histórico se recorre bien a pie, aunque para salvar cuestas podemos ayudarnos de ascensores y funiculares centenarios. Y por placer podemos subirnos al tranvía 28, un vehículo tradicional, que recorre la Lisboa más atractiva, desde el Barrio Alto hasta el Castillo de San Jorge. Toda la ciudad se distribuye en la orilla derecha del Tajo y de hecho, Lisboa no sería Lisboa sin el río, sin su Tejo, una constante en su paisaje y en su vida.
Lo primero vamos a orientarnos. Si nos situamos en la Plaza del Comercio, en la Baixa y miramos hacía el río, frente a nosotros tenemos el Tajo, a nuestra izquierda se levantan el barrio de la Alfama, el Castillo y Morería, a la derecha, también en alto, Chiado y el Barrio Alto. A nuestra espalda, se extiende toda la Baixa. Si llegamos hasta la plaza de Restauradores, y cogemos la Avenida de la Libertad, llegaremos hasta Marqués de Pombal. Menos esta última parte, todo lo demás son cuestas, cuestas y más cuestas.
Tan solo dos zonas turísticas, quedan lejos del centro de la ciudad. Uno es el barrio de Belém y otro Parque de las Naciones, un distrito que se levantó gracias a la expo de 1998. El mapa está trazado a grosso modo, pero para que os hagáis una idea.
Ver Barrios de Lisboa en un mapa más grande
Y nos metemos con los barrios, porque cada uno de ellos es único, y a la vez lisboeta al 100%. Lisboa estaría incompleta sin alguno de ellos.
Los barrios:
- Baixa, Avenida Liberdade, Marqués de Pombal
- Alfama, Barrio del Castello, Moureria
- Chiado, Barrio Alto
- Parque das Naçoes
- Belém y Ajuda
LA BAIXA, AVENIDA DA LIBERDADE y MARQUÉS DE POMBAL
Es una cuadrícula de calles que se construyó por completo después del terremoto. En esta zona encontramos las principales plazas de la ciudad (Comercio, do Municipio, Figueira, Rossio, Restauradores…), las calles más comerciales y algunos de los cafés más típicos. Desde Restauradores podemos coger la Avenida de la Liberdade, para salir de la Baixa y llegar a la plaza de Marqués de Pombal. Aquí está el parque Eduardo VII, con invernaderos y uno de los museos más famosos de la ciudad.
ALFAMA, BARRIO DEL CASTILLO y MOURERíA
El barrio más antiguo de la ciudad esconde miradores a la Baixa y al Tejo y algunos monumentos como la Sé (la catedral) o el Castillo de San Jorge con impresionantes vistas a toda la ciudad. Por el día, sus calles empinadas descubren tiendas tradicionales y por la noche es la zona de los fados, así que id con el oído puesto y entrad a alguno de sus espectáculos.
CHIADO Y BARRIO ALTO.
Miradores, cafeterías con solera, tiendecitas, librerías, bares, restaurantes… A estos barrios, también en cuesta, podemos subir con los “elevadores” y funiculares, transportes con 100 años de historia y que utilizan casi siempre los turistas. Desde la rua de Santa Justa, en la Baixa, se alza el ascensor de Santa Justa hasta las ruinas del Monasterio do Carmo. En la plaza de Restauradores, podemos coger el elevador da Gloria y subir hasta el mirador de San Pedro de Alcántara para tomar una Sagres y contemplar las vistas del Castello y de toda Lisboa.
Mirad las teselas del suelo, los azulejos de las fachadas y por la tarde, tomad un café en alguna de las cafeterías con más tradición de Lisboa, por ejemplo en A Brasileira, en el Chiado. Si os quedáis en la terraza os acompañará el mismo Pessoa.
Por la noche, disfrutad el ambiente del Barrio Alto y todos sus bares. Así que id dispuestos para un concierto, unos fados, unas Sagres o unos mojitos.
BELEM Y AJUDA
Coged el tranvía 15 desde la plaza del Comercio. En este barrio se encuentran dos monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad: el impresionante Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belém. Ambos de estilo manuelino. Otras visitas obligada por la zona: el monumento a los Descubrimientos y los Pastéis de Belém, la cafetería con los auténticos pasteles de nata. Reservad al menos una mañana para visitar Belem y 10€, que es lo que cuesta la entrada conjunta al Monasterio y a la Torre. Si queréis visitar el Palacio de Ajuda y su museo de historia, guarda un poco más de tiempo y dinero. La entrada a los 3 monumentos: 13€.
PARQUE DE LAS NACIONES.
Zonas verdes y amplias avenidas cerca del Tajo. Parque de las Naciones se construyó para la Expo y es un buen lugar para ver “otra Lisboa” y pasar una mañana visitando el Acuario, el Pabellón del conocimiento, y subiendo al teleférico.
Y sobre todo. Disfrutad, pasead y descubrid vuestros rincones por la ciudad. Es fácil. Lisboa tiene para tod@s.