El río Lobos ha tallado, a lo largo de 25 kilómetros, uno de los cañones más bellos de la Península, el Cañón del río Lobos. Ocupa cerca de 10.000 hectáreas divididas en dos provincias, Burgos y Soria, un paisaje kárstico repleto de cuevas y agujeros habitado por anfibios, nutrias, aves rapaces, buitres leonados… Varios senderos recorren su territorio así que, mochila al hombro, podemos pasar todo el día en sus caminos, paseando al lado del río y buscando sombras bajo sabinas y pinos.
El paisaje kárstico, formado por la acción del río sobre la piedra caliza, es espectacular. Pareces rojizas que se levantan varios metros, llenas de grutas y recovecos, hogar de buitres leonados, águilas, halcones, alimoches… El río, además de por truchas, ranas, nutrias, está habitado por nenúfares, eneas y lentejuelas. Es su orilla crecen chopos, sauces y álamos y en todo el parque se encuentran sabinas, quejidos y pinos. Vida y más vida que emerge del río y de la tierra caliza.
Once senderos atraviesan el cañón, dos de ellos de Gran Recorrido (GR-86 y su variante, GR 86.2) así que, si tenéis ganas de caminar, meted agua, bocadillos y llevad calzado cómodo. También podemos acercarnos a uno de los cuatro miradores que nos dan una perspectiva del cañón. Si lo que falta es tiempo, por lo menos hay que visitar la Ermita de San Bartolomé y las cuevas de alrededor.
La Ermita de San Bartolomé
Se conoce popularmente como la Ermita de San Bartolo. Construida en el siglo XIII pertenece al románico tardío aunque ya aparecen en ella algunas influencias góticas. Ha estado vinculada con la Orden del Temple y se cree que en su día formó parte de un conjunto mucho más grande, el Monasterio Templario de San Juan de Otero, del que solo quedó esta ermita repleta de claves esotéricas. La mezcla del paisaje rojizo, el río y el templo es bellísima. Si está abierto se puede acceder a su interior previo pago de un pequeño donativo.
El 24 de agosto, día de su patrón, se celebra aquí una romería en su nombre.
Las cuevas de San Bartalomé
Todo el cañón está repleto de agujeros, grutas, acuíferos interiores… formadas en el Karst, terreno calizo. Al lado de la ermita se abren las cuevas de San Bartolomé, la Mayor y la Menor. En su interior se aprecian grabados esquemáticos de la Edad del Bronce que se repiten en otras cuevas del parque.
Datos prácticos.
Hay varios accesos para entrar en el parque, dos por sus extremos, en Hontoria del Pinar (Burgos) y Ucero (Soria) y uno intermedio, el del Puente de los Siete Ojos.
La Casa del Parque del Cañón de Río Lobos permite indagar sobre la flora, la fauna, la historia y los ecosistemas del cañón. Hay exposiciones de animales disecados, paneles interactivos, una maqueta entera del parque, películas animadas y hasta podemos ver trabajar a las abejas en un panal. En julio y agosto abre todos los días, sin embargo, el resto del año tiene un horario mucho más restringido.
Hay aparcamientos en todos los accesos al parque. Dejar el coche en el parking más cercano a la ermita cuesta 4€. En el precio está incluida la visita a la exposición de la Casa del Parque.
Más información en la Casa del Parque del Cañón del Río Lobos
En los alrededores
No muy lejos están San Leonardo de Yague, El Burgo de Osma y, si nos alejamos un poco más, Calatañazor y la Fuentona. Podéis saber más de ellos, y del Hotel de Castilla Termal, en el post dedicado a Tierra de Burgo.
Unas fotos muy bonitas… Visité el Cañón del Río Lobos en el año 1999, con 12 años, pero no tengo ninguna foto. Las tuyas me han ayudado a recordarlo todo 😀 ¡Gracias!
Hola Joaquín. Es un sitio precioso la verdad. Saludos 🙂
Preciosas fotos y muy buenos recuerdo.
Sí! anda que no lo pasamos bien entre el spá y las visitas :). Besos