¿Os pasa? Salir de casa me provoca una felicidad inmensa. Y eso que voy luchando con la mascarilla, con las gafas empañadas, esquivando a personas y mi radio de acción se limita a 1 kilómetro de casa.
Si ya estoy así con este cuartelillo que nos han dado, ni me imagino la sensación de volver a la sierra de Guadarrama (ven, Fase 1, ven a Madrid), ni la alegría que sentiré cuando podamos volver a viajar, aunque sea cerca a Gredos, a Galicia, a Cantabria.
Y ahí vienen todas las preguntas: ¿Cuándo podremos volver a viajar? ¿Dónde podremos viajar? ¿Cómo serán los viajes durante los próximos meses? ¿Subirán los precios? ¿Cómo se está adaptando el sector a la nueva realidad? ¿Estamos pensando en viajar?
Esta mañana he intentado responder a todas estas cuestiones en la sección Tierra sin límites de “El gallo que no cesa”. Para eso me he puesto más técnica que de costumbre y he entrevistado a diferentes profesionales del sector. De momento, aquí tenéis la versión radiofónica.
¿Cómo serán los viajes del futuro? (versión bolsillo)
Por supuesto, como todo estos días, este post está marcado con la palabra INCERTIDUMBRE en grande. Será si el coronavirus lo permite y TODAS las personas COLABORAMOS para que la situación mejore.
¿Cuándo podremos volver a viajar? Parece que a finales de junio o principios de julio, podremos movernos por España.
¿Dónde podremos viajar? De momento parece que los viajes serán por España. Según algunas encuestas, primará el turismo de sol y playa, el de naturaleza y el turismo rural, por delante del urbano.
¿Cómo serán los viajes durante los próximos meses? En los viajes, se aplicarán medidas similares a las que ya vemos en nuestro día a día. Resumiendo: limitación de aforos, medidas de higiene y distancia social y nuevos protocolos en el sector. También veremos un incremento en el uso de las nuevas tecnologías. El objetivo es tripe: confianza y seguridad para los trabajadores de la industria turística, para los viajeros y para los residentes.
¿Subirán los precios? No hay una respuesta clara. Con la limitación de aforos en alojamientos, transportes y atracciones y el turismo internacional desaparecido (o muy reducido) todo apunta a que sí. Pero también hay que tener en cuenta otro factor: la crisis sanitaria está desencadenando una gran crisis económica y si los precios suben el número de viajeros nacionales se reducirá. ¿Adónde nos llevará la realidad?
¿Cómo se está adaptando el sector? El ICTE (Instituto de Calidad Turística Española) se está encargado de coordinar un protocolo que incremente la seguridad frente al coronavirus en todos los subsectores turísticos: alojamientos, transportes, destinos, restaurantes, playas…. A mediados de mayo, el documento se elevará a la Secretaría de Turismo y de ahí al Ministerio de Sanidad para su aprobación. El objetivo es que no haya tropecientos protocolos y sellos diferentes que confundan a los usuarios.
Y lo más importante, los españoles, ¿estamos pensando en viajar? Eso parece según una encuesta promovida por la agencia de marketing turístico Castro Consulting.
Un sector con cifras millonarias
El sector turístico mueve (movía) millones en todo el mundo. De personas, de empleados, de dólares. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), el año pasado, viajaron más de 1400 millones de personas.
En 2019, a nuestro país llegaron 83 millones de turistas internacionales. Y si hablamos de economía y trabajo, en España, el turismo supuso un 13% del empleo y del 12% del Producto Interior Bruto.
De hecho, era tal la cantidad de turistas y las aglomeraciones que se producían que se hablaba de problemas como el impacto medioambiental, la gentrificación, la turismofobia, la masificación… Es decir, había un exceso de turistas en algunos lugares que estaban provocando problemas serios.
De la noche a la mañana, la situación ha cambiado radicalmente. El coronavirus ha provocado confinamientos masivos, cierres de fronteras, distanciamientos sociales… y la gente ha tenido que guardar el pasaporte y las ganas de viajar.
Preocupa (y mucho) cómo la crisis sanitaria está afectando a uno de los principales sectores del país.
Los establecimientos hoteleros y hosteleros podrán reabrir (con limitaciones) pronto, pero el turismo no está ni se le espera. Y menos el internacional. De momento, ni siquiera se sabe cuándo va a volver la libre circulación en el espacio Schengen.
¿Cómo será el turismo de un futuro próximo?
A medio o largo plazo, cuando exista (esperemos) tratamiento y vacuna, volverán los viajes internacionales.
De momento, en los próximos meses, parece que tendremos que conformarnos con España y, puede, que con países vecinos como Portugal ya que, según las últimas noticias desde Francia, parece que el país galo va a optar por imponer cuarentenas a los que lleguen desde fuera. Son suposiciones.
¿Cuándo se reactivará el turismo?
Hay mucha incertidumbre. Parece que si el plan de desescalada avanza a buen ritmo, el turismo nacional podría empezar a reactivarse en el mes de julio.
El miércoles, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones José Luis Escrivá, en Los Desayunos de Televisión Española, afirmaba que se esperaba “una recuperación del turismo nacional, de una forma limitada y progresiva, a partir de la fase que llamamos de nueva normalidad”.
Para el turismo internacional aún no hay fechas.
Con la que está cayendo, ¿la gente está pensando en viajar?
Eso parece. En la agencia de marketing turístico Castro Consulting han impulsado la iniciativa Loving Tourism con el objetivo de “aportar apoyo, positividad e información a la industria turística”.
El pasado miércoles, presentaron su primera encuesta de comportamiento de turistas españoles durante la COVID-19 (I Encuesta a la demanda turística potencial nacional). Se ha hecho durante el estado de alarma, preguntando a unas 2500 personas.
Del resultado se desprende que sí existe esa motivación. El director de Castro Consulting, Juan Castro, lo corrobora. “A la pregunta de ¿piensa usted que va a viajar este año?, un 41,5 dice que sí, pero es que un 33,3 dice ‘no lo sé, todavía no lo tengo decidido’; es decir, que está esperando un poco a las noticias, a esa certidumbre”.
También, los resultados confirman algo previsible: sube la opción del turismo nacional. “Antes de la crisis, la gente iba a viajar fuera de España, un 50,2% de los casos la gente se iba a ir. ¿Qué pasa durante la alerta? esto se reduce a un 20%. A la gente sí que le crea una sensación de inseguridad y ¿quién gana? Destinos nacionales”.
De esta misma encuesta se extraen otros datos interesantes: gran parte de los viajeros se decantarán por el coche, crece la intención de alojarse en apartamentos, segundas viviendas y casas de familiares y amigos en detrimento de los hoteles. También ha subido la opción sol y playa, naturaleza y turismo rural, por delante del turismo urbano.
Los resultados al completo pueden consultarse en la página de Loving Tourism. Habrá más encuestas porque, como ellos mismos advierten en sus conclusiones, las preguntas se han realizado durante el estado de alarma y “es previsible que conforme vaya evolucionando la situación en clave positiva, los principales factores que determinan el no viajar queden atenuados y con ello vuelva la intención de viajar”.
Turismo rural, ¿una opción creciente?
La crisis sanitaria también repercute en la elección del destino. Han subido los de sol y playa (de un 46,9% antes de la alerta a un 56,4% durante la alerta), los destinos naturales (35,6% al 43,6%) y el turismo rural (de un 17,7% a un 24,5%). Por el contrario bajan los destinos urbanos y culturales.
En el auge del turismo rural coincide Ana Alonso, directora de comunicación de Escapada Rural. “Pensamos que en cualquier caso es una de las mejores opciones para los viajeros. Para los que practican turismo rural de manera habitual y para los que no lo hacen, pero que quizás tengan que renunciar ahora mismo a un city break, a una escapada fuera del país o incluso que tengan ciertos reparos en consumir turismo en destinos urbanos”.
Es esta línea también se posicionan varios artículos que han aparecido estos días en medios como Agenttravel, El Periódico o en Diario Sur por mencionar a algunos.
La confianza del turista, tema estrella
Sea en ciudades, en la playa o en un destino rural de interior, aumentar la seguridad va a ser fundamental y con ello la confianza de viajero, ¿qué se está haciendo en este campo? Lo primero, ponerse de acuerdo.
¿Os imagináis ir a un restaurante y encontraros con una pegatina que certifica que estamos en un lugar “Covid free” y llegar al hotel y ver otra diferente “Anti Covid”? ¿Que el sello de Málaga se llame “Colibre” y el de Vigo “DinoAntiVirus”?
Por eso mismo se trata de unificar. Todo el sector (destinos, alojamientos, hostelería, balnearios, museos, casas rurales…) está participando de manera conjunta en un protocolo que garantice mayor seguridad frente al coronavirus. El trabajo se ha centralizado en el ICTE (el Instituto de Calidad Turística Española).
Su presidente, Miguel Mirones nos contaban el trabajo que está coordinando. “La encomienda es la de realizar especificaciones técnicas o protocolos para cada subsector turístico, para cada actividad, hasta un total de 21. Entre la que se incluyen: hoteles, restaurantes, campings, balnearios, agencias de viajes, turismo activo, golf, puertos deportivos, oficinas de turismo, palacios de congresos, etc.”
Todos juntos, en amor y compañía, están elaborando un protocolo que estará listo para enviar a la secretaría de Estado de Turismo a mediados de mayo y que después pasará al Ministerio de Sanidad para su validación.
El objetivo es aportar seguridad y confianza a tres colectivos: viajeros, trabajadores y residentes. Para ello trabajan en tres líneas. “Una es cómo hay que acometer las desinfecciones; en segundo lugar, ver cómo se tiene que realizar el distanciamiento entre personas; y en tercer lugar la revisión de todos los protocolos de trabajo de todos los departamentos de los establecimientos y la propuesta formas de servicio”.
También es importante ser realistas y por eso huyen de nombres contundentes tipo “Libre de Covid”. Buscan realismo. Porque algo está claro, en la compra, en casa, en el trabajo… por muchas medidas que se tomen el riesgo 0, a día de hoy, no existe.
En la práctica, ¿cómo serán estas medidas?
Hemos visto estos días algunas propuestas muy llamativas. Mamparas en las playas (ideales para cocinar cangrejos y cocernos al mismo tiempo), aviones con los asientos intermedios invertidos (hola, Biodramina), restaurantes cápsula…
Son prototipos que pueden triunfar o no, pero de momento se está trabajando en unos protocolos más mundanos, que puedan aplicarse en todo tipo de establecimientos (grandes y pequeños) sin un gran esfuerzo. Y evidentemente, cada subsector, tendrá medidas adaptadas. No es lo mismo una playa, un restaurante o un teleférico.
Parece, eso sí, que en el sector tienen una cosa clara y es que un hotel no es un hospital. “Lo que no tiene ningún sentido es que un hotel se parezca a un hospital. Eso lo tenemos clarísimo y por eso todos los protocolos que se están haciendo es para que sean sencillos y sobre todo para que el turista cuando vaya al hotel se sienta seguro, pero se sienta seguro en un establecimiento de ocio”.
Quien nos cuenta esto es el director general del Instituto Tecnológico Hotelero, Álvaro Carrillo de Albornoz.
Esta organización también trabaja junto al ICTE en la creación de este protocolo así que le hemos preguntado cómo va a ser la experiencia de los usuarios cuando lleguen a un alojamiento.
“Son todo medidas muy básicas porque las tienen que implantar cualquier hotel. Ahora vas a llegar a hacer el checking y vas a tener que hacer la cola, pero separado, con la distancia de seguridad, uno o dos metros con el que tienes al lado; va a haber a lo mejor más tecnología, te van a tomar la temperatura a distancia, ¿cómo vamos a comer en el restaurante? De una manera más o menos normal, pero los bufet van a variar, no te vas a servir tú”.
Posiblemente la tecnología ayude, aunque igual que se puede invertir e implementar métodos muy modernos, también los establecimientos podrán controlar aforos, distancias… de forma manual.
¿Qué pasa con las visitas a museos o las rutas guiadas…?
Los monumentos, los centros culturales o los museos también son clave en el sector. Según el espacio y con algunas restricciones, podrán empezar a abrirse en fase 1 o 2. Sin embargo, algunos como El Prado, el Thyssen o el Reina Sofía han informado que no lo harán tan pronto, sino que esperarán a haber adoptado las medidas.
La presidenta del Consejo Internacional de Museos (ICOM) en España, Teresa Reyes, defiende que estos espacios tienen un papel muy importante en la sociedad y que las medidas de distanciamiento y aforo son fácilmente controlables en ellos.
“Creemos que son lugares seguros que se puede controlar el aforo, que la gente se puede encontrar, son lugares de bienestar que nos pueden ayudar a salir mejor de la situación que estamos viviendo en estos momentos”.
Otros profesionales que también van a tener que adaptarse a las nuevas circunstancias van a ser los guías de turismo. ¿Cómo? Controlando el tamaño de los grupos y la distancia social. Eso afirmaba la presidenta de la Confederación de Guías Oficiales de Turismo de España (CEFAPIT) Almudena Cencerrado. “Los grupos tendrán que ser en principio mucho más reducidos. Tendremos que utilizar seguramente un sistema de audioguías, mantener la distancia requerida, la utilización de guantes y mascarillas para nuestros clientes y para nosotros”.
El papel de las agencias de viaje
Nuestra realidad ha cambiado. También como viajeros. De repente hemos visto que este virus ha ido pasando de un país a otro, que las fronteras se han cerrado y que en muchos lugares se han impuesto cuarentenas a quienes llegan.
Aún cuando la cuestión se normalice un poco, mientras no haya una vacuna, ¿quién te garantiza que vayas a poder usar ese billete que has reservado?
Esta sensación de incertidumbre afecta al turismo. Y en esto las agencias de viaje juegan un papel muy importante. O así lo cree el presidente de Federación Empresarial de Asociaciones Territoriales de Agencias de Viajes Españolas César Gutiérrez. “Nos obliga la legislación europea a que nosotros tenemos que dar una serie de garantías al viajero, para que si le ocurre algo en el destino, nosotros le ayudemos para que pueda volver y para que tenga allí su viaje o para que si tiene cualquier cancelación, las agencias de viaje también tenemos la obligación de realizar los reembolsos, los cambios, los aplazamientos, las cancelaciones. ¿Qué ocurre? Que esto no ocurre si tú te organizas el viaje por tu cuenta”.
¿Los viajes serán más caros?
Aforos limitados, distancia social, implementación de tecnologías… Todo esto puede provocar que los precios suban. Gutierrez así lo cree, al menos si al final se llevan a cabo todas esas medidas que están sobre la mesa. “Va a ser fundamental, cuáles son las medidas de control o las medidas de espaciamiento que se impongan al final tanto para el transporte de viajeros terrestres o también fundamentalmente para el aéreo. ¿Por qué? Porque si las medidasque se toman son fundamentalmente de espaciamiento, cuando un avión en vez de ir a un 80 o un 85% esté obligado a ir a un 30 aquí hay dos cosas: o no es viable o lo único que puedes hacer para que sea viable es subir los precios”.
Pero aquí aparece otra variable: ERTES, paro, pérdida de poder adquisitivo: ¿el viajero medio podrá asumir una subida de precio?
Tenemos la oportunidad: SÍ al TURISMO SOSTENIBLE
En todo este panorama que estamos dibujando, me gustaría destacar otro aspecto. Hasta hace dos meses el problema del turismo era la masificación de destinos, la gentrificación, las emisiones causadas por los desplazamientos…
Ojalá el sector se recupere pronto porque el sueldo de mucha gente depende de ello y los viajes (bien hechos) son un buen ocio.
También espero que aprovechemos esta oportunidad para crear un modelo turístico más sostenible, inclusivo, responsable y positivo. Para quien nos acoge, para el medioambiente y para los viajeros.
Quien sabe de esto es Nuria Mohedano, experta en turismo sostenible.
“De la radiografía actual del turismo hay un diagnóstico muy claro del que podemos sacar algunas de las claves para que el sector sea vivible, viable pero, sobre todo, sostenible. Conservación, consumo responsable, corresponsabilidad, integración de procesos participativos reales, así como de nuevos sistemas de indicadores más allá de las pernoctaciones o del gasto, interpretación del patrimonio como eje vertebrador del destino, y una profunda profesionalización del sector”.
Nota de la autora
Hay muchos subsectores o sectores relacionados muy importantes de los que hemos hablados con pinzas, por ejemplo de la hostelería, clave en el turismo, pero también en nuestro día a día. Es un tema que se está tratando en profundidad en medios generalistas y he decidido no abordarlo (también por falta de tiempo).
Lo que sí he intentado es profundizar en el tema transportes, pero desde las empresas o entidades me han contestado que se están ajustando los protocolos y que preferían darme la información más adelante o, directamente, no han respondido o la entrevista “se ha olvidado”. De todos modos, lo de coger un avión por ocio parece que, de momento, queda algo más lejos.
No he abordado la cuestión del pasaporte sanitario propuesto por la OMT ya que, primero, es un tema a largo plazo y, segundo, no conseguí hablar con ellos y por lo tanto no tengo información directa. Quien quiera más datos sobre este tema, puede leer esta noticia de El Confidencial.
También he intentado preguntarle a un destino, pero a última hora, por motivos de agenda, no pudieron contestarme.
Una percepción personal es que algunos profesionales o entidades no quieren hablar tan pronto sobre el tema.
Es un articulado Paula!!!
Súper completo e informativo.
Personalmente creo que entre el temor, la limitación en el radio de acción y las emociones varios vamos a querer viajar a la cuna de las relaciones humanas, volveremos a los pueblos, a las casas de los abuelos, de los familiares y tendremos un tiempo para viajes mucho más humanos.
Un fuerte abrazo
Arol
Muchas gracias, Arol. Yo también creo que este verano va a ir por ahí la cosa. Eso supone un problema econónimo para mucha gente que trabaja en el sector. Gracias por comentar. ¡Un abrazo! Paula