En la mitad de Finlandia, en la orilla oeste, nos encontramos con Oulu. Con unos 200.000 habitantes y más de 400 años de historia es la quinta ciudad del país. Joven y muy animada está compuesta por varias islas bastante pegadas y unidas por puentes. La sensación que da su morfología es que estás cruzando un río o un lago, no el mar.
La ciudad pone bastante de su parte y está llena de pequeñas sorpresa que dan a Oulu su toque particular. Por ejemplo, la parte trasera del ayuntamiento esconde una escultura con varias estatuas pequeñas de hombres que simbolizan el paso de tiempo. En Marquet Square o la plaza del mercado, las construcciones de madera dejan ver la estatua del primer Policía de Oulu (Toripollisi). Es obligatorio visitarle. Desde este mismo lugar se ven los edificios del teatro y la biblioteca, de reciente construcción. La catedral neoclásica se encuentra enfrente del parque Franzen, dedicado a un escritor local y muy cerca de algunos edificios del siglo XIX como el Liceo o la residencia del gobierno.
La oficina de turismo (Torikatu 10) te da unos mapas muy prácticos con todos los monumentos, como en casi toda ciudad que se tercie, aunque hay una cosa curiosa y es que tienen mapas en una máquina expendedora en la calle, así que aunque la oficina esté cerrada podéis haceros con uno de ellos.
La playa de Oulu es maravillosa. Está en Nallikari, una isla dedicada al ocio. Hay varios hoteles, restaurantes, golf, centros de deporte… y también está el camping donde nos quedamos, que ofrece cabañas de todos los tipos y precios. Algunas bastante económicas.
Lo que más llama la atención en Oulu es su luz. Al estar tan al norte en julio el sol se pone, pero el cielo sigue iluminado toda la noche de color rosa. Es como si fuera un atardecer continuo. Y eso despistaba porque mientras que tu cuerpo estaba cansado a las 2 de la mañana la luz natural sigue. Puedes tirarte las horas contemplando el sol de medianoche en la playa de Nallikari, aunque la ciudad también se pone preciosa para dar un paseo. Los edificios reflejan otro tipo de colores… y se aprecian de una manera diferente. Eso sí, en invierno ocurre lo contrario, las horas de luz son escasas.
Cuando estuve por allí había una feria de gastronomía en el Market Square, aunque para comer elegí su mercado al aire libre. Es ideal para probar productos frescos de la gastronomía finlandesa. Allí tomé por primera vez la carne de reno (parecida a la de venao) y también unos pescaditos lapones bastante típicos. En todas las ciudades iba buscando los mercados al aire libre para comer (muy bien de precio y rico).
Si queréis información de lugares para salir y hablar un rato español, hay un bar, Andalucía bar de tapas, cerca de la catedral. Son españoles y muy agradables. ¡Allí vi la final del mundial España – Holanda! El precio, eso sí, es carillo. Sobre todo teniendo en cuenta lo que cuesta el alcohol en Finlandia (¡menudos impuestos!).
Si vamos hacia el norte, Oulu se convierte, por sí misma, en una parada imprescindible en Finlandia.