Unos de mis rincones preferidos del mundo está en Oslo, en Vigeland Park, un parque lleno de esculturas. Me parece impresionante la manera en la que el artista, Gustav Vigeland, ha captado los sentimientos humanos.
La piedra y el bronce, estáticos por naturaleza, nos evocan en este caso instantes y expresiones llenas de dinamismo y movimiento. Sorprende además que estén representadas todas las edades y ambos géneros en igualdad de condiciones.
Vigeland intentó representar el ciclo de la vida a través de su obra, pero ha llegado mucho más allá ya que cada una de las esculturas de Vigeland Park transmite una emoción al visitante que, supongo, dependerá de su estado de ánimo.
Si algo me fascina de Vigeland es la capacidad de hacerte sentir. De repente estás poniendo nombres a las estatuas o intentando averiguar qué es lo que quiso expresar con cada una de ellas.
Si nos metemos en datos más técnicos también nos soprende su capacidad de trabajo. En 35 años, hizo él solo casi 200 trabajos, entre esculturas y grupos escultóricos, en total, unas 600 estatuas.
Se reparten por todo el parque, un parque que podemos dividir en varias zonas según su interés escultórico: las puertas de entrada, el puente con 58 esculturas de bronce, la fuente, el monolito y la rueda de la vida.
Las puertas metálicas
Tanto en la entrada como en otras partes del parque encontramos puertas de hierro con figuras.

Las puertas metálicas de Vigeland también están esculpidas
El puente
A lo largo de él encontramos 58 esculturas de mujeres y de hombres tanto en solitario como relacionados entre ellos. La más famosa (y símbolo de Oslo en muchas ocasiones) es la de un bebé enrabietado “Sinnataggen” que se traduce por gruñón.
Si bajamos a la izquierda del puente podemos ver otro conjunto de esculturas, en este caso bebés.

Detalle de una escultura en el puente de Vigeland

Sinnataggen o el niño enfadado de Vigeland Park
La fuente
Es la primera figura que se creó. Es una fuente circular con dos niveles. En el de arriba una gran escultura corona la fuente y abajo numeros os grupos escultóricos formados por árboles y personas rodean el agua.

La fuente de Vigeland Park
El monolito
Está formado por 121 figuras humanas y mide más de 14 metros. A su alrededor hay otros 36 grupos escultóricos. Todos hechos de granito.

El monolito de Vigeland Park. Impresiona tanto de lejos como de cerca

Un detalle del monolito Vigeland
La rueda de la vida

Rueda de la vida, Vigeland Park
Acabada en 1934, es un círculo hecho con figuras humanas entrelazadas entre sí.
El parque Vigeland se encuentra dentro del Frognerparken que según la wikipedia es “el parque público más grande de Noruega”. Si tenemos tiempo merece la pena dar un paseo por el resto del parque.
Cerca del parque está el museo Vigeland que en su día fue casa y taller. Se trasladó allí para poder trabajar mejor en lo que fue su gran proyecto . Hasta el 17 de mayo de 2011 estará cerrado. Es lo único de pago de toda la visita.
– Este es el parque más bonito del mundo. Es de los pocos sitios en los que he sentido una conexión especial.
– Las estatuas parecen cobrar vida a tu paso, provoca una cantidad de sensaciones increible.
– Sólo añadir una vez más que precioso el Post, y realmentye consigues transmitir lo que se siente en este maravilloso rincón de Oslo.
Por lo que dices parece que puede dar miedo, las estatuas cobrando vida jeje, pero la verdad es que el sitio es increible