Palada a palada se va avanzando poco a poco. Hasta cubrir los 15 kilómetros que separan Arriondas del puente de San Román, a unos 2.000 metros de Ribadesella. En el camino: agua, pequeños rápidos, algún que otro pescador de salmones que hay que esquivar, caseríos, paisajes y vacas que pasta en la orilla.
Esto es lo que se ve, porque detrás hay toda una historia; la que arrancaron Dionisio, Benigno y Manés en 1929 con una excursión de amigos que terminó convirtiéndose en el evento más importante de piragüismo del mundo.
Desde aquel momento, se han celebrado 79 ediciones, la número 80 será el 6 de agosto de 2016. Es el Descenso Internacional del Sella, la Fiesta de las Piraguas o Les Piragües, una celebración que aúna deporte y fiesta y que concentra a más de 1.000 palistas federados.
Por un lado, la Fiesta Internacional del Sella, el primer sábado de agosto después del día 2. Por otro, el descenso en canoa que cualquiera puede hacer durante todo el año.
Descenso Internacional del Sella
La fiesta comienza a las 12 con el millar de piragüistas esperando la lectura del tradicional pregón. Una vez que termina, empieza la competición. Por delante tienen 15 o 20 kilómetros de recorrido, hasta el puente de San Román o Ribadesella, según la categoría, jaleados por el público que se une a la fiesta en alguno de los puntos del descenso o a bordo del tren fluvial que discurre paralelo al río desde 1945.
Guarde el público silencio (bis)
y escuche nuestra palabra (bis)
De orden de Don Pelayo
después de medir las aguas,
presidiendo el dios Neptuno
los actos de esta olimpiada,
con las novias, los tritones,
el cañón, los centauros y Pialla…
nuevamente se autoriza, en Arriondas,
la carrera de piraguas.
Después del arranque de la competición, cualquiera que reserve con tiempo, puede hacer el descenso del Sella en canoa, aunque ese día los precios son más altos, hay mucha más gente y es más difícil disfrutar del Sella. Así que lo mejor es acercarse cualquier día del año para disfrutar de las canoas en calma.
Descenso del Sella para todos
Arriondas y las localidades de alrededor están llenas de escuelas de piragüismo y empresas de turismo activo que alquilan todo lo necesario para hacer el descenso. La mayoría incluyen: el alquiler de la canoa (para 1, 2 o 3 personas), palas, chaleco salvavidas, neopreno según temporada, un bote estanco en el que no entra agua para meter móvil, cámara, dinero…, picnic, seguro y los traslados. El precio varía, según la época del año y la empresa, entre los 18€ y los 35€ que puede alcanzar el día del Descenso.
Además, hace falta llevar bañador (para ponerte debajo del neopreno), calzado (a ser posible cangrejeras), crema solar y, quien quiera, cámara. Lo que necesitas saber ya te lo explican allí.
Después de cambiarnos y desplazarnos hasta el puente de Arriondas, toca escuchar las indicaciones del monitor. Cuando ya sabemos cómo mover los remos, cómo enfrentarnos a los rápidos del Sella (en este caso rapiditos) y qué hacer si volcamos (cosa rara), toca meterse al agua y empezar a remar.
Por delante tenemos 3 o 4 horas de ejercicio, en las que, además de remar, vamos a ir viendo los paisajes que atraviesa el río Sella: montañas, las vías del tren, prados con vacas, el bosque de ribera, algunos caseríos y algunos peces en el agua. O nosotros, si decidimos parar darnos un chapuzón en una orilla. También es posible detenerse en alguno de los chiringuitos.
Para orientarse, hay que ir mirando los puentes que vamos atravesando: la Pasarela de Llaos, Pasarela de Fuentes, Puente de Toraño, Pasarela de la Uña, Pasarela de Cuevas y el Puente de San Román. Si desfallecemos antes de completar el recorrido, según la empresa con la que hayamos contratado la actividad, es posible detenerse en alguno de los puntos habilitados y llamar.
El recorrido termina en el Puente de San Román. Allí hay que esperar a que vengan a recogerte para llevarte de vuelta al punto de salida.
La dificultad del descenso dependerá de la época del año y del caudal que lleve el río.
En los alrededores
Una vez terminado el descenso, es posible acercarse a Ribadesella, para visitar la zona del puerto con sus casas de colores, o la cueva de Tito Bustillo, declarada Patrimonio de la Humanidad, por sus pinturas rupestres. Cerquita, de camino a Llanes por la costa, hay lugares maravillosos como los bufones de Prías, la playa de Cuevas del Mar, la ermita de San Antonio y los acantilados… y muchos otros rincones que definen perfectamente a Asturias.
Del otro lado, en Cangas de Onís, encontramos una población con mucha historia, cabeza del concejo donde se encuentra Covadonga y la Santina, pueblos ganaderos como Corao y la zona de los Lagos de Covadonga, el corazón del parque natural.
No muy lejos, además, pueblos como Lastres, con su precioso puerto pesquero y las casas que escalan por la ladera de la montaña.
Desde nuestra empresa animamos a todos los que quieran hacer el Sella. Es una experiencia única, sea cual sea la época del año en que se realice.
buenas tardes,
he estado leyendo el articulo y me ha llamado la atención , a mi pareja y a mi nos gustaría hacer el descenso,
lo que tenemos una duda ya que estaremos por asturias la primera semana de diciembre y no sabemos si
es buena epoca para hacerlo y si hay alguna dificultat añadida.
que nos costaria a los 2 hacer el descenso??
Aitor
Hola, Aitor. Muchas gracias por tu comentario. Nosotros no comercializamos el descenso del Sella, somos un blog de viajes. Lo mejor es que se ponga en contacto con alguna de las empresas que sí que lo hacen. Por ejemplo, Jaire Canoas. Saludos
Hola Aitor, en Jaire Aventuras tenemos años de experiencia en la actividad del descenso del sella
Le garantizamos una experiencia inolvidable a nuestro lado.
El descenso del sella es una actividad que me encanta. una actividad que nadie se puede perder si viaja a asturias.
soy muy fan del descenso del sella, sin duda una actividad que nadie se puede perder