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50 metros bajo tierra. Almadén

2.000 años de historia. Dos milenios de explotación. A lo largo de todo este tiempo, se ha extraído el cinabrio de las entrañas de Almadén. Podéis imaginar la diversidad de técnicas que se han utilizado para ir descendiendo y excavando galerías cada vez más profundas; la cantidad de tecnologías que se han creado con el fin de facilitar el trabajo; todas las civilizaciones que han aprovechado de una manera u otra el mineral y la importancia que ha tenido éste para sus economías.  Tampoco podemos obviar el aspecto humano: los empleados; cómo han ido evolucionando sus condiciones laborales y de seguridad y la historia de los forzados, presos obligados a volver día tras día a la mina para realizar los trabajos más duros.  Un dato más que suma importancia: una tercera parte del mercurio usado por el hombre a lo largo de la historia ha salido de aquí.

Como se puede ver, sobraban motivos para que en 2012, la UNESCO declarase a las Minas de Almadén Patrimonio de la Humanidad. Tampoco faltan razones para visitar su Parque Minero.

Iluminación casi “moderna”

Empezamos el recorrido en el Centro de Visitantes y, una vez en el interior del recinto, se accede al Centro de Interpretación de la Mina ubicado en el antiguo edificio de compresores.  Aquí nos podemos hacer una idea de cómo ha ido evolucionado el trabajo de la minería, desde la época romana hasta que se cerró la mina en 2003: la iluminación, el transporte del mineral, el desagüe… Después, comienza el plato fuerte de la visita. Nos colocamos el casco y descendemos por el ascensor del Pozo de San Teodoro 50 metros, hasta llegar a la primera planta de la mina.  Recorremos unas galerías con un gran valor histórico, utilizadas durante los siglos XVI y XVIII. El guía nos va mostrando las diferentes técnicas usadas, el baritel de San Andrés, la galería de los forzados que conducía a los presos desde la cárcel a la mina… Durante el recorrido algún murciélago se cruza en nuestro camino hasta que un tren minero nos transporta de nuevo a la superficie.

En el Museo del Mercurio, ubicado en un antiguo almacén del metal, termina la visita. Sus salas albergan distintas exposiciones. Unas dedicadas a la paleontología y a la geología de la comarca y otras a la ciencia del mineral. En el sótano descubrimos la historia del mercurio y la importancia que tuvo en las distintas épocas.

Para visitar el  Real Hospital de Mineros de San Rafael, sede del Archivo Histórico de las Minas de Almadén y del Museo del Minero, hay que ir hasta el pueblo. Allí también, en la Escuela Universitaria Politécnica, se pueden visitar los restos de la antigua Cárcel de Forzados, los condenados a trabajar en las minas.

La historia de los forzados es uno de los temas que más me llamó la atención durante la visita. Cómo a lo largo de la historia los presos han tenido que realizar las tareas más duras en el interior de la mina, simplemente a cambio de sustento. Sebastián, uno de los guías y antiguo minero, cuenta en un blog la historia de Joséf Ramón de Osta, un forzado del s. XVIII. Aquí tenéis su blog El forzado de Almadén.

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Información práctica.

  • Se recomienda reservar visita – 926 265 000
  • Lunes cerrado
  • Precio entrada general: 13€ (16€ combinada con el Hospital)

http://www.parqueminerodealmaden.es/

http://www.mayasa.es


2 comments

  1. Pues me han entrado ganas de ir… A ver si para junio hacemos una excursión desde Sevilla.

    La mina más espectacular que he visitado está cerca de Cracovia: las minas de sal de Wieliczka. Inolvidable.

    Saludos.

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